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Recientemente el Consejo General de la Congregación cerró el Teologado Internacional que hemos tenido en Argentina durante muchos años. A raíz de ello el personal de nuestra Delegación del Plata se ha visto considerablemente mermado y fue preciso comenzar un proceso de discernimiento sinodal sobre nuestra presencia en aquellas tierras australes.
Todo ello se ha de entender, además, como parte del proceso de ‘Reorganización y Revitalización’ que estamos acometiendo en toda la Congregación, dado que el último Capítulo General nos marcó la acción de discernir nuestras presencias en clave de misión y viabilidad.
En un primer momento, dicho proceso de discernimiento tuvo lugar en la misma Delegación, pero no pudo llegar a un acuerdo aceptado por todos. Por eso y con muy buen sentido, los Congregantes del Plata decidieron redactar un documento en el que se plasmaban los diferentes escenarios de reorganización posibles con los argumentos a favor y en contra para cada uno de ellos.
El pasado mes de julio celebramos nuestra Junta Consultiva, en la que se reunieron representantes de todas nuestras Delegaciones y allí se presentó dicho proceso de discernimiento en el estado en el que se encontraba. Después de sopesar pros y contras, la Asamblea fue consultada y la opinión mayoritaria fue la de concentrar nuestra presencia misionera en la Diócesis de San Justo dando por concluido nuestro servicio pastoral en la parroquia ‘Jesús Salvador’ de Lugano I y II. Finalmente el Consejo General la ratificó en la sesión celebrada el pasado 6 de septiembre.
Somos una Congregación pequeña con posibilidades de personal muy limitadas. No podemos sobrecargarnos hasta el punto de que nuestro servicio pastoral merme en calidad y nuestra vida religiosa y comunitaria resulte hipotecada. Esa es sin duda la principal y casi única razón que nos ha decidido a tomar la dolorosa decisión que acabamos de mencionar. Una decisión que ha sido aceptada y confirmada recientemente por el Arzobispo de Buenos Aires.
Por otra parte, el Obispo de San Justo ha ofrecido que nuestra Congregación asuma la animación de una Unidad Pastoral formada por las Parroquias ‘Beato Enrique Angelelli y Mártires Riojanos’, ‘San Antonio de Padua’ y ‘Sagrado Corazón de Jesús’ de esa Diócesis. A propuesta del Delegado, aceptada por Mons. Eduardo Horacio García, dicha Unidad Pastoral llevará el nombre de ‘Sagrados Corazones’ en agradecimiento a la Congregación que ya lleva casi 30 años de presencia pastoral en San Justo.
Esto supone concentrar nuestra presencia en una misma Diócesis para fortalecer los lazos comunitarios y ‘reorganizar para revitalizar’ la misión de la Delegación del Plata en un ámbito pastoral homogéneo, compuesto por tres parroquias limítrofes en las cuales encontramos una realidad socio-económica y religiosa similar.
Estas tres parroquias que formarán la Unidad Pastoral ocupan el siguiente área geográfica dentro de la Diócesis de San Justo:
Estas tres parroquias que formarán la Unidad Pastoral ocupan el siguiente área geográfica dentro de la Diócesis de San Justo:
No es fácil decir adiós. No es fácil decir adiós a nuestra querida Parroquia ‘Jesús Salvador’ donde tantos hermanos nuestros -españoles, argentinos, dominicanos y más recientemente rwandeses y cameruneses- han entregado generosamente sus vidas, a veces durante muchos años.
El primer Misionero de los Sagrados Corazones, P. Jaume Alles, llegó a Argentina en el año 1941 y pocos años después la Congregación se hizo cargo del Seminario de Río IV. Después nos encarnamos en la Patagonia y en Buenos Aires donde nuestra presencia se remonta al año 1969. A lo largo de todo este tiempo nuestra Congregación se ha hecho también argentina. A pesar de que no hemos sido favorecidos con muchas vocaciones nativas, nuestros hermanos han tratado de vivir el carisma sacricordiano encarnados en las Iglesias locales en las que hemos podido vivir cerca de nuestros Obispos y de los compañeros sacerdotes tal y como lo deseaba nuestro Fundador, el P. Joaquim Rosselló.
En Argentina nos hicimos más misioneros, pues fue éste el primer país donde la Congregación fundó fuera de Europa, pero precisamente por eso sabemos que nuestra vocación es la de ‘ir y dar fruto’, aunque ello nos lleve a veces a dejar presencias tan queridas como ésta.
Son momentos de despedida y de apertura a nuevas realidades y desafíos. Agradecemos de corazón el servicio de todos los Misioneros de los SS.CC. que han entregado su vida en Jesús Salvador, así como la acogida fraternal que siempre hemos encontrado en esa Comunidad Parroquial con la que hemos podido avanzar en la misión compartida. Con ella seguiremos manteniendo los vínculos humanos y cristianos que unen a una misma familia. Damos, además, la bienvenida a las Parroquias ‘San Antonio de Padua’ y ‘Sagrado Corazón de Jesús’ a esa misma Familia Sacricordiana.
Encomendamos a los Sagrados Corazones la Parroquia ‘Jesús Salvador’ de Lugano y las Parroquias ‘Beato Enrique Angelelli y Mártires Riojanos’, ‘San Antonio de Padua’ y ‘Sagrado Corazón de Jesús’, así como las Comunidades de M.SS.CC. de la Delegación del Plata, unidos en misión compartida y también en el dolor y la esperanza que provoca un proceso de reorganización como el que estamos enfrentando.
Cordial y fraternalmente:
Antonio Fernández Cano, M.SS.CC.
Superior General.