Despedimos al P. Rafael Carbonell
26 marzo, 2019Memoria de aquellos días
17 abril, 2019Cuando se cumplen 80 años del final de nuestra guerra incivil (1936-1939) se hace un esfuerzo por recuperar una memoria democrática, que sea tolerante y crítica, rigurosa e inclusiva. Recuperación y respeto por las víctimas de todos los bandos y en rechazo de todos los crímenes cometidos en nombre de quienes se arrogan el poder sobre las vidas de los otros.
E n el pequeño pueblo mallorquín de Sencelles se celebraron las “I Jornadas Sociedad e Iglesia desde una perspectiva histórica” con el propósito de tumbar muros y levantar puentes de diálogo en una Sociedad crispada. Tuvieron lugar el viernes 5 y el sábado 6 de abril, organizadas por la “Fundació Bartomeu Oliver” (un sacerdote y maestro, campesino d’Es Pla, un espíritu libre represaliado por el franquismo), con el soporte, entre otros, de la “Conselleria de Cultura, Participació i Esports del Govern de les Illes Balears” y de la ‘Facultat de Historia de la U.I.B.’
En un contexto de investigación universitaria, se abordó el tema polémico de las relaciones Democracia e Iglesia en la Guerra de los tres años. Se habló de los cardenales Gomá, Barraquer y Segura, del obispo Miralles y de la actitud de la jerarquía católica... Pero también de la “otra Iglesia” (los 70-80 sacerdotes republicanos represaliados o exiliados, entre ellos el mallorquín Jeroni Alomar Poquet, ajusticiado). Del papel de la Iglesia en las cárceles franquistas (los capuchinos, las llamadas “monjas de Franco”, el capellán de la prisión provincial Joan Aguiló...). De las víctimas y mártires de los dos bandos.
Nuestro P. Josep Amengual i Batle pudo exponer el proceso de beatificación de nuestros mártires del Coll (4 MSSCC, 2 FHM y 1 viuda catequista asesinados en Barcelona el 23 de julio de 1936). Por qué se han declarado beatos y cuál es la memoria de ellos que queremos legar a las generaciones jóvenes. Expuso cómo se montó este proceso a base de testimonios orales y aprobado por la Iglesia, de una gente del pueblo sencillo, totalmente ajenos a la política, asesinados simplemente por ser curas y monjas o una católica que les daba refugio, y que murieron perdonando. En nombre de los derechos humanos, y en nombre del seguimiento de Jesús para los creyentes, son víctimas y héroes de una historia común, de la que nos podemos enorgullecer, y que vale la pena conservar a fin de que no se repita.
P. Jaume Reynés, M.SS.CC.