Vilafranca (Mallorca) 1916- Palma (Mallorca) 1993
Aniversario de la muerte del Padre
Josep NICOLAU BAUZÀ

El P. Josep Nicolau Bauzà nació en Vilafranca de Bonany (Mallorca) el 28 de enero del año 1916. Fue bautizado el mismo día. Todavía niño, con poco más de 8 años, ya quiso contarse entre los aspirantes a la Congregación en la escolanía de Lluc.

El 10 de septiembre de 1931 comenzó el noviciado. Al año siguiente estudiaba filosofía en S. Honorat (Randa, Mallorca). Continuó la filosofía e inició el estudio de la teología en el monasterio de La Real. El 7 de mayo de 1937, en plena guerra civil, hizo la profesión perpetua y tres años más tarde, el 10 de julio de 1938 era ordenado de presbítero por el obispo Juan Perelló.

A lo largo de su vida se dedicó a la enseñanza. Lo encontramos en el Colegio de Sóller en 1938. En esta comunidad residió 19 años, los seis últimos como superior local. Luego cambia de comunidad para ejercer como Prior de Lluc. Durante su mandato se celebró el 75 aniversario de la coronación pontificia de la Virgen. En 1960 es destinado a Valencia como superior local y de nuevo, con la misma encomienda de superior, regresa a la comunidad de Sóller en 1963. También formó parte de la comunidad de Madrid. Su última residencia fue la casa de Palma, donde falleció el 16 de enero de 1993.

Muy bien define sus objetivos y su tarea la palabra pedagogo. Trató de guiar a los alumnos por el sendero del dibujo y de la historia en particular. El objetivo último de sus libros pretendía conducir al lector por los senderos del bien y la belleza. Incluso sus homilías estaban cargadas de intenciones pedagógicas.

Fue realmente notable el empeño que puso en su tarea de historiador. Se aproximó a numerosos temas históricos y no fue escasa su producción como pintor. Su bibliografía es amplia. Tiene que ver con personajes de la Congregación (el Obispo Juan Perelló, el Fundador Joaquín Rosselló, el P. Gaspar Munar, los mártires del Coll). Y con temática local mallorquina y valenciana (el Sto. Cristo de Sóller, la devoción a los SS. Corazones en el valle de Sóller, notas sobre Vilafranca, Fornalutx…). No faltaron algunas obras de carácter moral/espiritual.

Aparte de las publicaciones dejó también varios manuscritos. Alguno de ellos muy voluminosos, como el de Piratas y corsarios de las Baleares, desde el siglo XIII al XIX que consta de diez volúmenes. Por supuesto también colaboró en numerosas revistas. Suplió su falta de formación universitaria con una dedicación y tenacidad envidiables. Y su expresión literaria contenía aciertos sugerentes.

El P. Nicolau se desenvolvía muy bien en el campo del dibujo lineal, el de la regla, escuadra, perspectiva y tinta china. En los años 40 la comunidad de Sóller, entonces tan numerosa como intrépida, decidió fundar la editorial Auriga. De ella salieron varias enciclopedias de las que por entonces servían para todos los cursos de Primaria. Pues bien, él fue el responsable y autor de todos los mapas, figuras geométricas, efigies, etc.

Algunos cuadros de su autoría han adornado las paredes de las casas de la Congregación por muchos años y quizás algunos permanecen a la vista del espectador. Se trata de paisajes al óleo por lo general y muestra inconfundible de lo que podría llamarse estilo Nicolau.

Al Padre Josep Nicolau le complacían las manifestaciones de agrado y aceptación de sus cuadros y sus libros. Le extrañaban los silencios sobre los mismos. Pero todo ello en el marco de una exquisita discreción y prudencia.

Fue un buen religioso, fiel a su formación clásica y eclesiástica. Legó un buen fajo de escritos de historia para la posteridad, así como numerosos cuadros al óleo y acuarelas de paisajes lucanos. Pero dejó más que eso: el buen recuerdo de un religioso piadoso, de un compañero tratable y comunicativo, incapaz de hacer mal a su alrededor, de un maestro paciente y atento hacia sus alumnos.